domingo, 19 de octubre de 2008

LA PRIMERA DE LA PRIMERA VEZ (primera parte)

Por razones desconocidas todavia por mi, hasta hace unos años, los colegios religiosos, es decir, regenteados por curas o monjas, eran de un solo genero, los hombres, con curas y las mujeres con monjas, y los del tecer sexo, pues se chingaban o la pasaban mejor que nadie porque tenian un bufet diario en donde escoger sus delicias sexuales de la secundaria y de la prepa (dicen que son las relaciones que mas recuerda uno, como la primera novia y esos pedos...)
Pues bien, ya en la etapa de querer meterla en cualquier hoyo, entre varios compañeros que ya temiamos nos salieran pelos en las manos, llegamos a un acuerdo: El primero que consiguiera la lana suficiente para pagar al menos cuatro palos, financiaria la primera vez de los cuatro fantasticos que nos creiamos.
Como esto resultaba una super aventura en una comunidad de santurrones, niños bien, putitos y cuates sin esperanza, pues uno de nosotros se tomo la libertad de difundir nuestro gran acuerdo, lo que muy pronto llego a oidos del prefecto, quien nos llamo uno a uno a su oficina para que, primero confesaramos nuestro plan y segundo disuadirnos de perder nuestra castidad entre las piernas de una piruja. La consecuencia de esto fue que de parte del colegio solicitaron firmemente a nuestros padres que no nos dieran dinero, ni de domingo, ni de ninguna otra fuente, pues seria utilizado para algo maligno.
Muy poco duro nuestra frustraciòn y nuestra resignacion a continuar sintiendo temor de que nuestras manos se volvieran un manojo de pelos. Humberto nos llamo a los demas para decirnos que las cosas no se detenian, el plan continuaba y el tenia resuelto cualquier problema. Resulta que ese dia, a casa de Humberto llego de visita la tia Umbelina que vivia desde hacia muchos años en Los Angeles. La tia Umbe resulto ser una mujer madura, bastante gorda pero con olor a cosas nuevas, muy risueña y ruidosa y bastante complaciente, llego con muchos regalos, hasta para los amigos de sus familiares mas lejanos. Pero lo mejor de la tia Umbe, es que cada vez que podia, mostraba un manojo de dolares verdes verdes, que segun decia ella, no hallaba en donde ponerlos para que no se le "confundieran" y despues de mostrarlos, los metia entre sus dos grandes tetas redondas y tambien olorosas a nuevo o a algun perfume que desconociamos su existencia. Por supuesto que todos le preguntamos a Humberto en donde estaba la relacion entre la visita de la tia Umbe y la calentura de todos nosotros, a lo que Humberto contesto inmediatamente:
-¿Que no han visto la cantidad de billetes que trae la gordita?
- Pos si, contestamos todos.
- Pero... ¿Como le haremos para quedarnos con unos cuantos para pagarle a las pirujas?
- Pues... asintio Humberto, - Uno de nosotros tendra que meter la mano entre las tetas de la tia Umbe y atrapar los dolares.
- No mames guey... como que le vamos a meter las manos entre las tetas a tu tia?
- PUes si... de que otra forma?
- hmmmmmmm

continuara...

1 comentario:

metztli dijo...

hola!!!
ya quiero seguir leyendo!!!
quien se animo?
hicieron un voladito?
jejeje
de verdad quiero ve qué sigue jiji
saludos!!!!