viernes, 14 de noviembre de 2008

LA PRIMERA ENTRADA ( ó metida) DEL PRIMERIZO

No, no, no, no, no...

No he abandonado la historia, todo este tiempo me ha saltado en mi mente el compromiso de platicarles, pero el tiempo... el tiempo a veces no da para todo lo que uno quiere, pero en fin... les decia que ibamos los cuatro, o mejor dicho, los ocho, por un pasillo del burdel rumbo a nuestra primera vez. Que nervios y ¡Que Rico!

Delante de mi iba Sonia, que casi me llegaba a los hombros, pense... -no es tan bajita, ojala que su estatura no me haga quedar mal...

Creo que una de las grandes causas del nerviosismo de la primera vez, no es la curiosidad a eso desconocido pero muy deseado, sino en como se va a responder, sobre todo si la otra persona ya tiene su experiencia.

Casi al final del pasillo, Sonia abrio la puerta de un cuarto y volteando, me sonrio y me dijo que me pasara, que ese era su cuarto y corrigio -practicamente mi casa.

Entrè en la habitacion detràs de ella, una cama matrimonial con un cobertor de esos hechos con pedacitos de tela de todos colores, un burò con una lampara, un vaso con agua o algun lìquido, un frasco que parecia vaselina o algo asi y un rollo de papel de baño. La habitacion era pequeña pero con el suficiente espacio para moverse sin problemas dentro de ella, tambien habia un armario cerrado, una mesa con dos sillas y un tocador pequeño con su respectivo espejo, un banquito y muchas pinturas, peines, cepillos y muchas cosas necesarias para maquillarse. En uno de los lados habia un baño y algo que para ese tiempo me parecio un gran lujo, una pequeña television. El lugar era agradable, con un olor que senti como una mezcla de los perfumes que habian o que se habian aplicado y humo, no humo de cigarro, sino como de algo humedo quemado sin ser desagradable.
Sonia empezo a quitarse su ropa, yo me sente sobre la cama y la jale hacia mi, deteniendo su accion de desvestirse, en realidad yo queria quitarle la ropa y creo que ella lo entendio bien, la sente sobre mis piernas y la empece a besar, bese su cabello, su cara, su cuello y puso un poco de resistencia cuando quise besar su boca, aunque despues lo permitio, mientras que mis manos con mucha prisa y torpeza a veces acariciaban los senos, a veces trataba de quitarle la ropa y a veces queria meter mi mano entre sus piernas que se mantenian bien cerradas. Su olor era agradable, era temprano y probablemente no habia pasado mucho tiempo de haberse bañado y preparado para una noche mas, ya en la intimidad me parecio bonita y muy sensual, por supuesto que mi exitacion era tremenda, mis pantalones luchaban por detener mi ereccion.
Con delicadeza, Sonia se separo de mi, se levanto y ella continuo quitandose la ropa, quedando con sus pantaletas y su brasier, yo seguia sentado en la cama, sin saber que hacer... le preguntaba cosas sin sentido y ella me respondia con monosilabos o sonrisas. De pronto se me quedo viendo y me pregunto: -Es tu primera vez?
- ¡Si! , conteste...
Sonia solo sonrio y con un gesto de ternura me alboroto mi cabello.
Quiero comentar que desde muy niño, siempre fui aficionado a los chocolates, cosa que hasta la fecha mantengo y sobre todo en mi niñez y mi juventud, siempre traia un chocolate en la bolsa por si se me ofrecia, por supuesto que ello me ocasiono varios problemas, porque a veces cuando hacia calor, se ponian muy aguados y si se rompia el empaque, las bolsas de mi pantalon o de la camisa se convertian en una melcocha cafe.
Pues bien, regresando a la habitacion de Sonia, pues no sabia que hacer, ni que decir despues de que me preguntara si era mi primera vez, entonces recorde que traia un chocolate y como si quisiera quedar bien con alguna chavita de la escuela o del barrio, le ofreci el chocolate... Sonia me vio, al principio con desconfianza y luego sonriendo lo tomo, lo abrio y empezo a comerselo diciendome...
- Me van a salir espinillas por tu culpa... quitate la ropa m'ijo que no tenemos toda la noche...
Me puse de pie, me quite la camisa y el pantalon y dude en quitarme la trusa que traia, entonces ella se acerco, pegando su cuerpo al mio, me tomo una mano y la puso sobre uno de sus senos aun cubiertos, la acerque mas hacia mi y fue cuando la bese por primera vez. No recuerdo exactamente quien hizo que, pero nos quitamos lo que nos quedaba de ropa y nos tiramos sobre la cama abrazados. Entonces ella, apartandose un poco, me dijo que no me engolosinara, que lo hicieramos sin mucha prisa, que disfrutara mi primera vez. Se quedo acostada boca abajo y yo con mas confianza empece a tocarla... Las caricias del primer momento, timidas y apenas rozando su piel con las yemas de los dedos, produjeron en ella un pequeño respingo, nunca supe si fingido o real, y que senti como un reclamo de mas caricias.
Acariciaba su espalda con extrema suavidad, su piel era muy suave y al paso de mis dedos se erizaba un poco, lo que me exito mas, descubria, al paso lento de mis dedos por su piel, lunares, pequeñas cosquillas. Sus brazos se abrazaban a la almohada, con la cabeza apoyada y los ojos cerrados. Sus curvas se pronunciaban con esa postura que parecia incomoda, pero me dejaba ver con claridad sus nalgas paradas que asi, parecian mas grandes de lo que imaginaba cuando vi a Sonia con su ropa puesta.
Sus gemidos apagados al paso de mis descubrimientos, me decían que era exactamente por ahí por dónde tenía que pasar. A ratos, acompañaba un beso a las caricias.
Sus nalgas se movian y se me ofrecian cada vez mas; sus piernas se abrían cuando mis manos acariciaban sus muslos.
La sensibilidad de su piel me hablaba y me indicaba por dónde seguir.
No sé el tiempo que pasó… no me cansaban las caricias; los pasos por su cuerpo, siempre eran diferentes. Poco a poco iba adentrándome en sus secretos. Poco a poco mis dedos se humedecían con su piel y con sus labios.
La lengua sustituyó a los dedos; estos se fueron a descubrir sus partes mas íntimas, explorando, mientras yo besaba y chupaba lo que se me ponia mas a la mano.
La verdad no sabia como estaba haciendo todo eso, no recuerdo si en el mismo momento llegue a asombrarme por hacer lo que estaba haciendo, pero si puedo decir que cada vez que el recuerdo me asalta, me asombro de haber acariciado a Sonia, como lo hice en mi primera vez.
Empece a recorrer su cuerpo con mi boca, con mi lengua, deteniendome en cada orificio, en cada rincon, Sonia se movia y crei ver que se retorcia de placer, sin hacer ningun escandalo. Sus senos eran pequeños, bonitos, sus pezones eran pequeños, oscuros, ya paraditos, duros, su estomago asomaba un ligero abultamiento, quiza por las cervezas o por no hacer ningun ejercicio mas que el de la cama y sin saber exactamente como eran sus genitales, lo de las mujeres, me acerque, abrir sus piernas y bese despacio, suave su sexo que olia a limpio, olia sabroso, me gusto... al besar su sexo, saque un poco la lengua y la pase sobre el inicio de su vagina y por su clitoris, ella se estremecio un poco y acaricio mi cabello, jalandome hacia arriba, para quedar cara a cara, como si la incomodara que la chupara o a lo mejor la exitaba mucho y yo no era con quien queria tener uno de sus mejores orgasmos, quiza.
Volvi a bajarme y bese sus piernas, bese sus pies, los chupe y ella abrio sus piernas como pidiendome que la penetrara. Me puse sobre ella, entonces ella me dio un sobrecito de papel metalico con un condon dentro y me pidio que me lo pusiera, lo hice y la penetre con torpeza, la bese, bese sus senos, mordi sus pezones, sus piernas me rodearon, sus talones golpearon mis nalgas, nos abrazamos, senti rico... me vacie dentro de ella o mas bien, estando dentro de ella, me vacie dentro de la bolsita del condon.
Quede exhausto, pero con mucha exitacion, no solo de sexo, sino con una gran emocion en todo mi cuerpo, estaba sobre ella. Con delicadeza, Sonia me aparto y me baje, ella se levanto, se limpio el sudor con una toalla, se peino con sus dedos y de manera impersonal se empezo a vestir, sin decir ni una sola palabra, pero cuando encontrabamos nuestras miradas, me sonreia.
Yo muy timido e ingenuo, mientras tambien me vestia, le pregunte que si le habia gustado y ella, solo movio la cabeza y sonrio.
Salimos del cuarto de Sonia, ella se perdiò en el pasillo, quizas con prisa para conseguir otro cliente talvez menos latoso que yo, quise despedirme con un beso, pero ya no fue posible, ya no la vi. Llegue al salon, ahi estaban ya mis compañeros de aventura, se les notaba nerviosos tambien y Oscar y Humberto me preguntaron que porque me habia tardado tanto, que se habian preocupado ya. Les conteste que no sentia que me hubiera tardado, que todo habia estado bien y les pregunte que como les habia ido a ellos...
-¡CHINGON! Vamos a venir cada semana!!!

(pobre tia Umbe)

continuara...

2 comentarios:

metztli dijo...

vaya, no sé que decir, increible manera de narrarlo!!!
creo que para ser la primera del primerizo no lo hizo nada mal...
no sé qué pasó y es algo raro decirlo, pero por momentos me excite...
y si, pobre tía!!!
saludos!!!

Hugo dijo...

METZTLI
Gracias por la visita y gracias por el elogio a la narración.
REspecto a lo otro, admiro tu sinceridad al comentarme lo que sentiste al leer mi relato y que bueno que te exitaste, ESTAS VIVA!!

besos