lunes, 19 de noviembre de 2007

CALLATE QUE ME DESESPERAS


CALLATE QUE ME DESESPERAS

Los españoles han dado dos gritos importantes en su historia con América, el primero fue cuando Rodrigo de Triana gritó: ¡Tierra a la vista! En la celebre expedición de las tres carabelas comandadas por Cristóbal Colon y que significo el descubrimiento accidental de estas tierras. Mas de cinco siglos después, el propio rey de España, protagoniza un episodio que en el análisis podría resultar desafortunado, aunque lo lastimoso es que quien resultara victima, no tiene ni una gota de su propio sudor de victima, sino todo lo contrario, pues bien, el rey de España, pone de moda un nuevo grito que pasara a la historia, aunque aun no sabemos con que consecuencias, pero por lo pronto, lo de moda es gritar: ¡Porque no te callas!
Se podría decir que la frase esta llena de impaciencia, de enojo y de intolerancia, pero también de hastío y muchas ganas de mantener las formas, que en la modernidad política de algunos países, son formas que significan el mantener los resabios de la esclavitud, del colonialismo y hasta de una inquisición reformada, pero limitante. Sin embargo ha aflorado un sentimiento de culpa en la persona del presidente venezolano que en otro de sus dislates, pretende compartir, como buen hermano bolivariano, el reclamo monárquico, con otros mandatarios con ideologías similares, como podrían ser el presidente de Bolivia, Evo Morales; el de Nicaragua, Daniel Ortega; y el de Brasil, Lula Da Silva.
Los españoles, a través de sus medios, han dicho que su monarca alimento a la bestia, y cualquiera podría afirmar que la bestia esta bien alimentada y solo necesita un poco de bastimento para soltar su florido lenguaje descalificador y amenazante.
Pero quien ha gozado enormemente este capitulo que podría titularse Vergüenza democrática, ha sido el autollamado “presidentefox”, ¡si! así se autollama la mitad masculina de la expareja presidencial; que sin reconocer en lo mas mínimo su verborrea inútil, inculta y vacía, presto se ha dedicado a criticar a su ya antiguo, enemigo político tras fronteras.
De ahora en adelante, poco se puede esperar de la prudencia de los mandatarios, no olvidemos aquello de “comes y te vas…” que Fox le planteo a Fidel Castro. De alguna manera, la historia se repite, pero ahora en otra latitud y circunstancia, poniendo en evidencia un problema que tarde que temprano iba a estallar y en donde se diga lo que se diga, uno cumplió con su deber y el otro reafirmo su condición de insolente, de imprudente y sobre todo de vulgar, que valiéndose de su status militar usurpo un poder que ahora presume haberlo adquirido por el voto de la población, olvidándose por completo de la historia reciente de su país en donde él, Chávez tomo el poder por la fuerza, apoyado por el Gobierno de Estados Unidos y de varios empresarios venezolanos.
Al parecer las cosas se están enfriando, ni una ni otra parte quiere mantener o avivar un conflicto, pues seria perjudicial para ambas partes, a pesar de que el dictador sudamericano ha anunciado que pondrá mucha atención en las inversiones ibéricas en territorio venezolano, lo que en términos llanos significa que muy pronto habrá alguna acción que se resuma como consecuencia del parte disciplinario monárquico.
Ojala que no cunda el ejemplo y que los foros internacionales no se conviertan en un circo que solo da para inventar canciones en reagaton y pasodobles o poner de moda ringstone para celulares. Lo que sí resulta lastimoso es que no haya habido, en su momento, un dignatario que callase al hablador local, el señor de las botas, que se empeño en vociferar y decir sandeces a cada momento, lo que hubiera sido un parteaguas para modificar el estilo irresponsable, que persiste, ahora como vendedor de libros, artículos que nunca había tenido en sus manos, pero que ahora le sirven para mantener los reflectores, aunque sean pagados, aunque buena falta le hace que alguien le diga: ¿Por qué no te callas?

domingo, 11 de noviembre de 2007

DE VUELTA A LA REALIDAD


Aproximadamente hace unos diez años, en Manzanillo empezamos a ver como llegaron una buena cantidad de empresarios, ejecutivos y trabajadores para puestos medios en empresas de nueva creación que tenían que ver exclusivamente con el puerto, es decir, agencias aduanales, agencias navieras, empresas de transportes, etc. En su debida proporción, se sentía como que había una atracción para quienes veían a Manzanillo como una promesa con certidumbre para hacer fortuna y obtener una excelente posición económica, además de ser una ciudad con una seguridad garantizada, en donde simplemente no pasaba nada. La construcción o transformación de edificios y casas para albergar oficinas de empresas que llegaban de un día para otro, ha resultado un gran negocio para los propietarios de los inmuebles situados de manera estratégica en el entorno de la actividad portuaria, pero además se alentó la inversión para la edificación de nuevos fraccionamientos, de la instalación de establecimientos que dieran el servicio necesario para los nuevos habitantes del puerto y los de siempre, así como el mejoramiento de algunos servicios y la oferta de otros que no se hubieran tenido en muchos años, de no ser por el boom portuario que se estaba dando.
En poco tiempo, quienes llegaron casi por una aventura empresarial, se convirtieron en personas con una excelente posición económica, integrados en una sociedad hibrida, mezcla de manzanillenses completos y los que venían de fuera.
Por supuesto que las cosas en el puerto marchaban de maravilla, la apertura de nuevas fuentes de trabajo, la creación de espacios para la actividad portuaria, que por supuesto le trajo beneficios a muchos ejidatarios que prácticamente habían abandonado tus tierras por la falta de incentivos para la agricultura, pero que de la noche a la mañana sus solares estaban convertidos en almacenes abiertos con cientos de contenedores.
Estratégicamente Manzanillo resultaba toda una promesa convertida en realidad de lo que el futuro deparaba, pues era ya oficial su titulo como puerta de entrada de la Cuenca del Pacifico, por donde entraría toda la mercancía proveniente de China y de Oriente en general, países que se han convertido en los proveedores de todo tipo de mercancías.
En muy pocos años vimos como el progreso llegaba a muchos sectores, pero también las molestias y la imposición de reglas y costumbres que no tenían porque entrar en nuestras vidas, las calles están convertidas en un almacén gigantesco saturado de automóviles y de motocicletas, vehículos fatídicos en los que se trasladan los tramitadores a grandes velocidades y excesiva imprudencia.
Mientras tanto, las autoridades portuarias no perdían el tiempo declarando la bonanza, presentando número inimaginables unos años antes. Definitivamente Manzanillo se había convertido en el Puerto numero uno del Pacifico Mexicano, lo que obligaba a pensar en planificar y realizar obras que mejoraran la infraestructura del puerto, además de mejorar las vías de comunicación para el correcto y rápido desalojo de la mercancía. Es entonces cuando se convierte en algo cercano el crecimiento del puerto en dos opciones, hacia el lado norte, o bien, construir un puerto más funcional y de última generación en la Laguna de Cuyutlan.
Todo iba muy bien, hasta que apareció el hermano incomodo, El puerto de Lázaro Cárdenas, en la costa michoacana, llamado el puerto sin límites. Por supuesto, los planes de las autoridades federales en materia portuaria dándole prioridad a Lázaro Cárdenas, fueron siempre negados, hasta la fecha, pero la realidad es evidente, pues existen muchos factores que ponen al puerto michoacano como la competencia injusta de Manzanillo, que al paso que va esta destinado a convertirse en un puerto que le de servicio únicamente al Occidente del país y no al sueño guajiro de ser el puerto que desbancaría a los puertos californianos.
Entre algunas de las acciones que evidencias la preferencia y la intención que se tiene con Lázaro Cárdenas, esta el subsidio al transporte de carga, la rápida construcción de amplias carreteras que facilitan el desalojo de la carga y rapidez en la entrega de la mercancía en sus destinos finales. Además de contar con más y mejores recursos de promoción, que advierten a los clientes la inmensa reserva territorial para el almacenamiento de contenedores sin ningún problema, como los que se tienen en Manzanillo.
A la fecha, los transportistas, agentes aduanales, operadoras y otras empresas portuarias, ya recienten la disminución del movimiento en este puerto colimense, mientras que en el de Michoacán, las cosas se incrementan, con la única desventaja que no ofrece la seguridad que se tiene en Manzanillo.
Hoy en día, la empresa administradora del puerto, la API, enfrenta serios problemas, pues no ha concretado muchos de sus proyectos de crecimiento, la construcción del puerto en la Laguna de Cuyutlan fue aplazado hasta nuevo aviso, y aunque se autorizo la expansión hacia la zona norte del puerto, los problemas con los colonos de la zona que resultara afectada ya se hicieron presentes, además de contar con el apoyo de las autoridades locales. Para enfrentar las demandas, la exigencia de información fidedigna y la justificación de lo que se esta haciendo, como es la destrucción de manglares, la API, no responde como debe de ser, únicamente se empeña en mantener una campaña de promoción interna totalmente fallida, en la que quiere comprar a los manzanillenses con espejitos, como los conquistadores y con frases vacías que irónicamente han sido cambiadas por lo que realmente esta pasando, de tal manera que EL PUERTO QUE NOS UNE, se ha convertido por culpa de ellos mismos, en EL PUERTO QUE NOS HUNDE.
Desafortunadamente no podemos evitar el ser regionalistas, es una cuestión cultural, es por ello que no debemos perder de vista que el Presidente de la Republica es michoacano y por ende, hará lo posible porque su estado natal se convierta en algo mas que un lugar con mucha violencia, refugio de narcos y para colmo en manos de perredistas, esto por si aun no creemos en que Manzanillo esta destinado a regresar a la realidad y que Lázaro Cárdenas esta siendo construido como el primer puerto del Pacifico Mexicano.