
CALLATE QUE ME DESESPERAS
Los españoles han dado dos gritos importantes en su historia con América, el primero fue cuando Rodrigo de Triana gritó: ¡Tierra a la vista! En la celebre expedición de las tres carabelas comandadas por Cristóbal Colon y que significo el descubrimiento accidental de estas tierras. Mas de cinco siglos después, el propio rey de España, protagoniza un episodio que en el análisis podría resultar desafortunado, aunque lo lastimoso es que quien resultara victima, no tiene ni una gota de su propio sudor de victima, sino todo lo contrario, pues bien, el rey de España, pone de moda un nuevo grito que pasara a la historia, aunque aun no sabemos con que consecuencias, pero por lo pronto, lo de moda es gritar: ¡Porque no te callas!
Se podría decir que la frase esta llena de impaciencia, de enojo y de intolerancia, pero también de hastío y muchas ganas de mantener las formas, que en la modernidad política de algunos países, son formas que significan el mantener los resabios de la esclavitud, del colonialismo y hasta de una inquisición reformada, pero limitante. Sin embargo ha aflorado un sentimiento de culpa en la persona del presidente venezolano que en otro de sus dislates, pretende compartir, como buen hermano bolivariano, el reclamo monárquico, con otros mandatarios con ideologías similares, como podrían ser el presidente de Bolivia, Evo Morales; el de Nicaragua, Daniel Ortega; y el de Brasil, Lula Da Silva.
Los españoles, a través de sus medios, han dicho que su monarca alimento a la bestia, y cualquiera podría afirmar que la bestia esta bien alimentada y solo necesita un poco de bastimento para soltar su florido lenguaje descalificador y amenazante.
Pero quien ha gozado enormemente este capitulo que podría titularse Vergüenza democrática, ha sido el autollamado “presidentefox”, ¡si! así se autollama la mitad masculina de la expareja presidencial; que sin reconocer en lo mas mínimo su verborrea inútil, inculta y vacía, presto se ha dedicado a criticar a su ya antiguo, enemigo político tras fronteras.
De ahora en adelante, poco se puede esperar de la prudencia de los mandatarios, no olvidemos aquello de “comes y te vas…” que Fox le planteo a Fidel Castro. De alguna manera, la historia se repite, pero ahora en otra latitud y circunstancia, poniendo en evidencia un problema que tarde que temprano iba a estallar y en donde se diga lo que se diga, uno cumplió con su deber y el otro reafirmo su condición de insolente, de imprudente y sobre todo de vulgar, que valiéndose de su status militar usurpo un poder que ahora presume haberlo adquirido por el voto de la población, olvidándose por completo de la historia reciente de su país en donde él, Chávez tomo el poder por la fuerza, apoyado por el Gobierno de Estados Unidos y de varios empresarios venezolanos.
Al parecer las cosas se están enfriando, ni una ni otra parte quiere mantener o avivar un conflicto, pues seria perjudicial para ambas partes, a pesar de que el dictador sudamericano ha anunciado que pondrá mucha atención en las inversiones ibéricas en territorio venezolano, lo que en términos llanos significa que muy pronto habrá alguna acción que se resuma como consecuencia del parte disciplinario monárquico.
Ojala que no cunda el ejemplo y que los foros internacionales no se conviertan en un circo que solo da para inventar canciones en reagaton y pasodobles o poner de moda ringstone para celulares. Lo que sí resulta lastimoso es que no haya habido, en su momento, un dignatario que callase al hablador local, el señor de las botas, que se empeño en vociferar y decir sandeces a cada momento, lo que hubiera sido un parteaguas para modificar el estilo irresponsable, que persiste, ahora como vendedor de libros, artículos que nunca había tenido en sus manos, pero que ahora le sirven para mantener los reflectores, aunque sean pagados, aunque buena falta le hace que alguien le diga: ¿Por qué no te callas?

