
Cecilia Rosillo estudió Comunicación en la UNAM. Desde hace seis años cubre la fuente de salud del periodico EL UNIVERSAL.
Nuevamente me tomo la libertad de insertar otra de sus aportaciones.
Cecilia Rosillo
La Tarea
Traviesa, sensible, erótica
Tu piel se eriza en cuanto la sientes recorrer tu cuerpo, tus emociones se disparan si te dice lo mucho que te ama, tu líbido aumenta en cuanto te dice las fantasías que quiere compartir y definitivamete su humedad y flexibilidad hacen segura la calidad de los besos
Aunque no está considerada como órgano sexual, es parte fundamental en el cortejo, la seducción y las caricias
Tu piel se eriza en cuanto la sientes recorrer tu cuerpo, tus emociones se disparan si te dice lo mucho que te ama, tu líbido aumenta en cuanto te dice las fantasías que quiere compartir y definitivamete su humedad y flexibilidad hacen segura la calidad de los besos.
Definitivamente, la lengua es un órgano sexual. Es una de las grandes aliadas del cuerpo para el erotismo. Con ella nos comunicamos verbalmente y expresamos nuestros sentimientos, coqueteamos e iniciamos el juego del cortejo a corta distancia.
La lengua es una de las protagonistas principales cuando queremos impactar con un beso y es totalmente erótica cuando nos recorre el cuello y nos lame el cuerpo, y ni qué decir de su vital importancia en el juego del sexo oral.
Su lugar en el cuerpo
A pesar de toda su actividad en el sexo, no está contemplada como zona erógena. Curiosamente, una de las partes más perceptivas del cuerpo es la lengua; en mucho, el éxito de un beso pude radicar en lo rico –literalmente— que pueda saber la lengua, pues es el órgano que contiene las papilas gustativas, que nos permiten percibir los sabores. También está llena de terminales nerviosas, lo que la hace extra sensitiva y ser bastante más sensible al dolor que el resto del organismo.
Su lugar en el sexo
Con todo esto, no es de extrañar que la sensación que nos da el sentir el contacto de una lengua con otra nos excite y que los mejores besos sean aquellos en donde el ritmo de labios y lengua están mejor sincronizados.
Su humedad y su textura casi lisa, le permiten desplazarse sobre la piel mucho mejor que las palmas de las manos, que suelen ser mucho más secas. Además, con la ayuda de la saliva le permite ser el mejor instrumento y juguete sexual para la lubricación de cualquier zona del cuerpo.
Otro punto a su favor es que por naturaleza se encuentra a unos 36 grados centígrados, temperatura muy agradable para la piel, pero puede cambiar su temperatura radicalmente si bebemos líquidos más o menos fríos, lo que puede producir efectos eróticos muy placenteros.
Lo que hay que cuidar
Es que en ella se pueden esconder muchas bacterias, por la saliva y la mucosidad cercana se pueden transmitir enfermedades como la gonorrea y sífilis, entre otras. En el sexo oral, para que sea más que placentero, seguro y libre de infecciones, requiere de una lengua (y boca) limpias.
La lengua nos ayuda a conquistar y a sentir, no en vano se dice que con ella puedes irte al infierno o llegar al cielo.
