
NUEVAMENTE CECILIA ROSILLO ME HACE COMETER EL ATREVIMIENTO DE PIRATEARME UN ARTICULO DE SU AUTORIA POR DEMAS INTERESANTE...
Polémica es la palabra que mejor describe las opiniones que las personas tienen sobre practicar el coito a través del ano. Hace apenas unos 10 años se creía que esta era una actividad propia de homosexuales y de su exclusividad; sin embargo, actualmente se conoce que muchas parejas heterosexuales la usan como parte de su expresión erótica.
Para diferenciar
De manera estricta, la sexualidad anal comprende desde las caricias, besos, inserciones de dedos y estimulación del ano con algún tipo de juguete sexual. El sexo anal es la introducción del pene en el recto; esto significa que las parejas (con cualquier preferencia sexual) pueden tener sexualidad anal de cierto tipo, pero no precisamente llegan al coito por esta vía.
Extremar precauciones
Esta forma de tener sexo requiere de varias condiciones para que en realidad sea placentero. Primero, debe haber una excelente comunicación entre la pareja y, por ende, un acuerdo mutuo; si alguno de los dos (hombre o mujer) está en desacuerdo, muy factiblemente se sentirá agredido en su sexualidad si su compañero realiza este tipo de estimulación.
Segundo, dependiendo del tipo de estimulación que se realice se debe hacer de manera calmada y paulatina. No es lo mismo sólo besar la zona, que introducir unas bolas chinas.
Tercero, la higiene es fundamental. Tanto en las relaciones homo como heterosexuales el ano debe estar limpio, usar condón y jamás, después de realizar penetración anal, debe haber coito vaginal o sexo oral. Las bacterias de esta zona pueden provocar infecciones severas o contagiar enfermedades graves. El recto no produce lubricación como la vagina, sino sólo una pequeña cantidad de moco. Por eso requiere de lubricante sin aditivos químicos, más bien de base acuosa, en forma de gel, y compatibles con el látex. Recuerda que la principal función del recto es actuar como pasaje para las heces, pequeñas cantidades pueden permanecer en el recto, especialmente si no están bien formadas. Un lavado anal antes del coito ayuda a la pareja a sentirse segura y relajada.
Del placer al dolor
La estimulación del ano puede hacerse de distintas maneras, el esfínter que lo controla suele contraerse al ser tocado y más al ser penetrado; por ello, es necesario realizar primero de forma suave y lenta la inserción, quizá de un dedo pequeño y progresivamente aumentar. Esta zona está llena de terminales nerviosas, lo que puede provocar gran placer (además de que está muy cerca del punto G), o tremendo dolor. Una penetración forzada puede lastimar el pene y desgarrar el ano.
Estar preparado
Muchas personas identifican esta práctica como una dominación o humillación y su realización les resulta completamente agresiva. Esto es cuestión de gustos. Algunos pueden sin problema ofrecerla al otro, pero tienen displacer al recibirlo. El respeto a los placeres de tu pareja, así como la comunicación franca y abierta llevan a la plenitud sexual.









